Una clave para frenar el envejecimiento cutáneo es la buena alimentación. Una alimentación variada y equilibrada es fundamental para el bienestar de la piel.
Debemos aportar diariamente alimentos ricos en vitaminas, proteínas y minerales, en especial frutas, verduras y legumbres, para garantizar la presencia de antioxidantes. Así mismo es importante hidratarse correctamente.